Retos actuales en la Producción de Caña de Azúcar

Desafíos actuales

Aumento de los costos de producción

La producción de caña de azúcar ha experimentado un aumento sostenido en los costos operativos, lo que afecta directamente la rentabilidad del cultivo, especialmente para pequeños y medianos productores. Este aumento se debe principalmente a factores como el encarecimiento de insumos, el salario mínimo y los costos de combustible. Para mitigar estos costos, los productores están explorando estrategias como la optimización de recursos, la adopción de tecnologías de precisión, la diversificación hacia subproductos (como etanol o bagazo para energía) y la implementación de prácticas agrícolas regenerativas. Sin embargo, la transición hacia estas soluciones requiere apoyo gubernamental, acceso a financiamiento y capacitación para los agricultores.

Plagas y enfermedades emergentes

Plagas como el Diatraea saccharalis (barrenador del tallo) y enfermedades como la roya marrón y el mosaico del azúcar continúan siendo un reto para los productores.

Barrenador del tallo (Diatraea spp.) Larvas que perforan los tallos, debilitando la planta y reduciendo el contenido de sacarosa. Es una plaga común en América Latina y Asia. Esta plaga puede provocar pérdidas de hasta 20 y 30% en rendimiento en casos severos y facilita la entrada de patógenos secundarios.

Mosaico viral de la caña de azúcar. Causante del virus del mosaico de la caña (SCMV) y otros relacionados, transmitidos por áfidos o material infectado. Los síntomas son; hojas moteadas, crecimiento retardado y menor contenido de azúcar. Puede reducir el rendimiento hasta en un 50% en variedades susceptibles.

Roya marrón de la caña de azúcar. Causada por el hongo Puccinia melanocephala, afecta el sistema foliar de la planta, reduciendo su capacidad fotosintética y causando pérdidas de rendimiento de entre el 10 y el 50% en variedades susceptibles. Los síntomas iniciales incluyen manchas amarillentas y alargadas en las hojas, que luego se tornan de color café rojizo, con pústulas de óxido en la superficie inferior. En casos severos, las lesiones se fusionan, causando necrosis y secado de las hojas.

Cambio climático

El incremento de temperaturas, la irregularidad en las lluvias y la ocurrencia de eventos extremos (sequías, heladas, ciclones) han afectado directamente la productividad del cultivo. El estrés hídrico prolongado reduce el crecimiento vegetativo, afecta la maduración y disminuye el contenido de sacarosa.

Según un análisis de la Unión Nacional de Cañeros, la sequía de 2019 afectó el 60% de la superficie cañera nacional (aproximadamente 500,000 hectáreas), con pérdidas significativas en estados como San Luis Potosí, Tamaulipas, Veracruz, Quintana Roo, Tabasco y Campeche. Se estimaron pérdidas de producción de azúcar entre 500,000 y 900,000 toneladas para la zafra 2019-2020, lo que representa una merma de hasta el 15% de la producción nacional. Las sequías no solo redujeron los rendimientos, sino que también dañaron las cepas, afectando ciclos futuros del cultivo perenne.

Recientemente en la Cuenca del Papaloapan, Ver. productores reportaron una caída de 250,000 toneladas en la producción de caña durante la zafra 2024-2025, atribuida a sequías, temperaturas superiores a 40°C y falta de mano de obra. Esta reducción refleja un rendimiento menor al proyectado por las organizaciones cañeras.

Degradación del suelo y baja fertilidad

La degradación del suelo y la baja fertilidad en la producción de caña de azúcar, causadas por el monocultivo, la erosión, la compactación, la quema de residuos y el uso inadecuado de fertilizantes, reducen el rendimiento, aumentan los costos y generan impactos ambientales como la contaminación de aguas; Sin embargo, estas problemáticas pueden mitigarse mediante prácticas sostenibles como la rotación de cultivos, la incorporación de materia orgánica (bagazo o vinaza), la labranza mínima, el uso eficiente de fertilizantes basado en análisis de suelo, la cobertura vegetal, el riego controlado y el empleo de biofertilizantes, lo que mejora la salud del suelo y la productividad a largo plazo.

Sostenibilidad y presión social

La producción intensiva de caña está bajo creciente presión social y ambiental debido a sus impactos ecológicos, el uso intensivo de recursos naturales y las prácticas agrícolas tradicionales que, en muchos casos, resultan insostenibles. La demanda por parte de consumidores, gobiernos y mercados internacionales ha obligado al sector cañero a replantear su modelo de producción.